La boda en Menorca de Mel y Choc

Novia relajada el día de su boda es como intentar mezclar agua con aceite…¡combinación imposible! Pero Mel rompió todos los esquemas y quizás contagiada por la calma de Menorca, me recibió medio dormida en su habitación en el momento en que le entregué el ramo. ¡Vivan las novias sin preocupaciones! Fue el mejor inicio para una boda que comenzó con sueño y terminó siendo de ensueño.

A Mel y su ya marido Choc los conocí en un bar del pueblo donde vivo. Hacía mucho que viajaban por el mundo. Ella es colombiana y él argentino, pero habían pisado Nueva York, México y Suiza. Entre tantos puntos en el mapa, no podía faltarles una isla. De hecho, fue un amigo suyo quién les recomendó que se pasaran por Menorca y, menos de 24 horas después de haber puesto un pie en ella, decidieron que querían darse el sí quiero en medio del Mediterráneo.

Con tanto salto intercontinental, los invitados llegaron de por todas partes: Estados Unidos, Colombia, Argentina, México, Francia, España, Reino Unido…toda una boda multicultural. Los novios me habían pedido algo campestre, así que celebramos el enlace en medio del campo, en la ermita de Binixems, durante el mes de junio.

La confianza y complicidad que mantuvimos durante los meses de preparación, fueron los mejores ingredientes para que saliera un día redondo.

Ella vistió un diseño de Rue De Seine (¡estaba espectacular!); y Choc llevó un traje de Benson and Clegg. Los momentos más especiales quedaron inmortalizados por Mikeandtom.

Os dejo con esos instantes de cuento que nos pusieron a muchos la piel de gallina (¡y que espero, os emocionen tanto como a mí!) ☺